Admito que me da vergüenza soltar el nombre de Spinoza en un texto de exposición. Spinoza siempre queda bien. De hecho nombrar a Spinoza queda bien si eres pretencioso. Pero lo cierto es que el hombre pensaba asombrosamente y me gustaría que me fuera permitido apoyarme un poco en él para "andamiar" la exposición que llevaré a cabo el próximo mes de septiembre en F2 galería de Madrid, probablemente con la crisis sanitaria aún calentita. Por eso el título cómo comprobarán se ve ligeramente influenciado por la coyuntura.
Cuando Spinoza trata de definir la felicidad nos dice algo más o menos así:
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Felicidad es pasar de una perfección más pequeña a una perfección más grande
Infelicidad por contra es pasar de una perfección más grande a una perfección más pequeña.
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Debemos entender "perfección” aquí como un sustantivo que enmarcaría lo idóneo relativo a cada ser humano.
Un millonario sentirá infelicidad al perder la mitad de su patrimonio, aún quedándole otra millonada, y un bayaye de una ciudad africana podría obtener una enorme felicidad si encontrara un segundo bidón de agua que se sumara al que ya tenia y con el que poder rellenar dos recipientes y obtener doble beneficio de su reventa de agua.
El concepto de perfección Spinoziano creo que queda claro.
Es innegable que en estos días está en juego la felicidad y la infelicidad de las personas y que el arte se encuentra en una encrucijada. No voy a hacer un discurso a través de mi pintura, pero si les invito a que encuentren el "wally" conceptual de lo que les he preparado.
Formalmente quiero hacer una exposición preciosa si eso fuera posible. Y en una segunda lectura, si ese fuera su deseo, les invitaré a que rasquen la superficie de lo visible para que encuentren otras cosas un poco más allá del aspecto plástico de mi trabajo: Ecología / política (siempre delicada) / mística / conflicto; pero también un gozo por el simple acto de pintar porqué a veces uno se harta de que sus cuadros tengan "demasiado recado". Esperemos que el balance entre el continente y el contenido sea el correcto. Ya se verá.
Créanme si les digo que no hago esta exposición para dar un discurso. Sinceramente espero que mi trabajo en su modesta medida ayude a dar un empujón en la dirección donde podamos encontrar una perfección más grande.
Salud y ánimos a todos.
Pere Llobera
Mayo de 2020